NZED y PASSIVHAUS
PASSIVHAUS es un estándar internacional de certificación para edificios que garantiza un consumo energético muy bajo, similar al consumo casi nulo que deberá implementarse en España en los próximos años. El objetivo es construir edificios súper eficientes y saludables.
Las 5 claves de un edificio passivhaus son:
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AISLAMIENTO TÉRMICO EXTREMO. Se usan aislamientos de mayor espesor para optimizar el confort térmico interior, consiguiendo una temperatura estable y homogénea en todo el edificio.
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ELIMINACIÓN DE PUENTES TÉRMICOS. Se presta especial atención a los puntos débiles (los encuentros de materiales) para eliminar las pérdidas energéticas incontroladas por puentes térmicos que pueden llegar a suponer el 50% de la envolvente del edificio.
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VENTANAS CERTIFICADAS OPTIMIZADAS. Se instalan ventanas diseñadas meticulosamente para que ofrezcan un confort térmico mejorado, para que al estar cerca de ellas no se aprecie variación de temperatura.
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HERMETICIDAD A LAS INFILTRACIONES DE AIRE. El proceso constructivo es especialmente cuidadoso a la hora de ejecutar la envolvente usando materiales herméticos al aire para que no existan uniones débiles que permitan fugas o entradas de calor de manera incontrolada.
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VENTILACIÓN MECÁNICA CON RECUPERACIÓN DE CALOR. Uno de los factores fundamentales para conseguir el deseado confort térmico y una calidad de aire saludable es la renovación de ese aire de manera permanente y sin que ello suponga una pérdida energética. Se usan ventilaciones con máquinas de doble flujo, filtros muy selectivos de partículas y rendimientos del 85%. De esta forma el aire siempre es nuevo, limpio y conservando la temperatura interior del edificio.
Los edificios PASSIVHAUS son muy saludables porque en ellos se garantiza la ausencia de polvo, ácaros, mohos o pólenes exteriores.
Construir un edificio bajo el estándar Passivhaus es un manera de cuantificar el ahorro económico efectivo, es una garantía, una manera de verificar que los sistemas constructivos empleados son realmente eficientes, ya que la normativa de aplicación actual sólo garantiza estos ahorros en papel, en proyecto, no en obra, obviando la parte fundamental de comprobación in situ de la realidad constructiva, muy alejada de la utópica previsión de diseño inicial. Dada esta situación, obtener un certificado de construcción Passivhaus es la única manera de garantizar que nuestra inversión lo es realmente y que el edificio no se va a convertir en un saco sin fondo que dispare los consumos de calefacción, refrigeración y otros consumos energéticos.